Con el paso de los años, la medicina se ha unido al campo de la ingeniería en pro del diagnóstico certero, ofreciendo posibilidades diagnósticas más precisas. Sin embargo, mientras los avances en equipos de radiología se hacen notar, las nuevas tendencias en tecnología se han dividido en tres grandes áreas:
- El desarrollo de nuevas técnicas de imágenes.
- Nuevas aplicaciones informáticas para procesarlas.
- Mejoras para evaluar o aumentar la sensibilidad y especificidad de las ya existentes.
A este respecto, la tecnología ha logrado disminuir el tiempo de exposición y las dosis de radiación necesarias para obtener una imagen de calidad, por ejemplo, en la Resonancia Magnética. De igual forma, métodos que no utilizan radiación, como el ultrasonido, han adquirido mayor valor al incluir nuevas tecnologías que aumentan su campo diagnóstico.
Sin duda, tales avances han logrado ofrecer una atención médica de calidad, con la mayor precisión y seguridad posibles para beneficio del paciente y el personal técnico operativo.
Pero, ¿Qué podemos decir sobre el desarrollo de nuevos métodos diagnósticos en radiología?
Un ejemplo de nuevos equipos de radiología a la vanguardia de la tecnología es la tecnología de rayos X por contraste de fase, la cual provee una mejor imagen de los tejidos blandos que los rayos X convencionales. Su utilidad se ha demostrado en varios ensayos clínicos.
Tanto el ultrasonido estimulado por láser como los rayos X por contraste de fase, tienen el potencial para convertirse en nuevas alternativas de diagnóstico y evaluación clínica para un pool más amplio de pacientes.
Sin embargo, una tecnología emergente no se considera mejor tan solo por proveer una imagen más clara o nítida. El futuro de la radiología debe demostrar un impacto positivo en la toma de decisiones médicas y la aproximación terapéutica, teniendo en cuenta los niveles de exposición del paciente y su rentabilidad.