La tecnología de densitometría ósea es sumamente útil para la detección temprana de diferentes condiciones de salud, tales como la osteoporosis y la osteopenia. A continuación, revisaremos los principales aspectos relacionados a este tipo de equipos.
Otra aplicación de los Rayos X
El procedimiento para medir la densidad ósea, conocido como absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA), tiene como objetivo medir la densidad mineral de huesos propensos a la desmineralización, como las vértebras lumbares y las caderas. Este tipo de examen busca producir imágenes que evalúan el riesgo que un individuo tiene de sufrir una fractura.
Los equipos de densitometría están diseñados para enviar dosis muy bajas de radiación ionizante que atraviesan el cuerpo de manera invisible. Un software calcula la densidad ósea enviando dos picos de rayos X, uno de los cuales es absorbido por el hueso y otro por el tejido blando. El equipo detecta la diferencia de radiación y realiza un cálculo que le permite sustraer el tejido blando y detectar con precisión la densidad mineral del hueso estudiado.
Los resultados de una densitometría ósea se miden en base a una puntuación T y una puntuación Z para referirse a la densidad mineral que ha sido medida en el hueso. A partir de las comparaciones con promedios establecidos, se puede determinar si hay riesgo de osteoporosis o si existe la necesidad de exámenes adicionales.